Nunca había sido, tan marcado el abismo entre dos
generaciones. Hoy nuestros alumnos/as hacen los deberes con la ayuda de
internet, mientras que hace generaciones atrás esto no era posible por no haber
tanta tecnología como la que hay hoy en día en la sociedad en la que nos
encontramos. Mientras los adultos y
profesores siguen aplicando una educación basada en la presión de los mejores
resultados académicos.
Richard Gerver, es uno de los líderes mejores en el
campo de la Educación. Explica que hay que devolver esa pasión a los profesores
para la enseñanza, y el placer del aprendizaje a los alumnos/as.
La mayoría de los alumnos aprenden por sí mismos. Es
decir, innovan en las redes sociales buscando las respuestas a esos “deberes”
que les piden los profesores.
Asumir unos cambios en la sociedad, implica que la
práctica docente también tenga la iniciativa de cambiar y sea acorde a los
cambios.
Se debería crear unas “aulas inteligentes”, que
generen nuevas habilidades como potenciar la creatividad y empatía. Ya que tradicionalmente
se les pide que sigan un patrón que es fijado por el profesor. Se debería trabajar
de manera interdisciplinar, donde todos y todas podamos aprender sin la pesada
carga de los libros de texto.
En mi opinión, debemos ver el concepto de enseñanza
no como un resultado o como una calificación, sino observar el cómo se aprende
y el proceso que se ha seguido para adquirir esos conocimientos, más que unas
al final del trimestre tener en los boletines “unas calificaciones de números”.
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